Hace unos meses un compi de la oficina tuvo la mala suerte de encontrarse con una “despistada” cuando venía en moto hacia la oficina. El resultado fueron dos muñecas y una cadera rotas, una rodilla muy fastidiada y con ellos un montón de semanas de hospital, varias operaciones y una larguísima recuperación con la que aún anda a vueltas.
Una mala mañana de las que no suceden muy a menudo, por suerte.
Para alegrarle un poco la estancia en el hospital pensé en llevarle unas flores…. Pero se marchitan tan pronto!!! Y unas galletas?? No sé…
Y unas flores de galleta? Pues así fue. Le hice un ramo de flores de galleta. La decoración es de fondant y el tiesto es un bizcocho de limón forrado con fondant azul. Las rositas fueron un invento de última hora y el muñequito lesionado, una “galleta-foto” de cómo estaba el pobre accidentado en ese momento de su historia: lleno de vendajes y férulas varias.
Le gustó mucho y a sus peques más, que se comieron las galletas con muchas ganas.
Ah, he de decir que está muy recuperado y ya puede caminar, aunque aún le queda mucha rehabilitación por delante.
Hasta pronto.
Eva
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