28 de enero de 2014

Una tarta “helado”.



Pero como nos gusta a tod@s el helado, ¿eh? Qué rico en cualquier época del año.

Algún día lo cogeré con ganas y me compraré una heladera para hacer helados caseros. Siempre me da un poco de miedo que no vayan a quedar tan ricos como los que compramos, pero es que esto de la intolerancia a la lactosa limita un montón. En realidad acabo comiendo siempre los mismos, los de soja de chocolate de Mercadona. Menos mal que el Sr Mercadona cuida de nosotros, los “lactosos” del mundo. Así que me vendría bien experimentar con la leche sin lactosa o la de soja para hacer heladitos variados.



Bueno, no os preocupéis, que si algún día me pongo a ello, os haré partícipes.

Mientras tanto aquí os traigo esta tarta “helado” .En realidad es tarta “helado” y bombones”.

Me gusta como quedó porque la verdad es que si no te fijas demasiado da casi el pego. ¡¡Y tanto!! Como que una de las invitadas al cumpleaños comentó que si no metían el helado en la nevera se iba a descongelar. Jejejej. Supongo que luego se acercó un poco más y ya se dio cuenta de la realidad.




Por supuesto está hecho todo con bizcocho, que era de chocolate. Incluso los “Ferrero Rocher”, que eran cake pops cubiertas de chocolate blanco y pintadas en dorado.

Qué pena. Esta es la única forma en que yo me podría comer una tarrina de Haagen Dasz. Creo que este verano haré muchas tartas como esta y me engañaré a mi misma.. jajaja

Hasta pronto


22 de enero de 2014

Tarta Peppa Pig


¡Qué mona es Peppa Pig!….o Peppi como dice Carol. Yo la llamo Pepita para hacerla reír. No sé si conocéis estos dibujos, al menos seguro que os suenan porque hay Peppas en todo tipo de soportes: bolis, lápices, camisetas, pijamas….. Nosotras tenemos un amplio muestrario, debo decir, y es que somos las fans “number one”. Y si no, las “number two”. Jejeje



Si habéis visto los dibujos, sabréis (y si no ya os lo estoy contando yo) que la casa de Peppa y su familia está en lo alto de una colina. Bueno, la casa de Peppa, la de cada uno de sus amiguitos, la escuela, la estación de bomberos, el supermercado.... hasta el parque está en una cima.



Esta tarta me la encargaron para una niña de tres años, Noa, fan (no sé qué “number”) de Peppa, George y demás. Os he contado lo de las colinas para que, aquell@s que no habéis visto los dibujos, le encontréis una explicación al diseño ya que si no sabéis de qué va, pensaréis que me he vuelto loca por colocar una casita en semejante sitio.


Hasta pronto.














13 de enero de 2014

¡¡El Jardín de Carol estrena año…. Cargadito de flores!!


Esta tarta se parece mucho a otra que hice hace ya más de un año. En aquel caso era un ramo gigante.



En esta ocasión iba a ser un ramo también pero por el número de raciones que necesitaba, y para que no fuera igual que el de hace un año, pasó de ser un ramo a un tiesto de terracota repleto de hojas y flores.



Lo más dificultoso de esta tarta fue forrar el tiesto ya que al tener distintas dimensiones en la parte alta y en la base, es difícil que se quede lisito y no haya pliegues. Como siempre, el truco es ir ajustando el fondant muy despacito para que se vaya adaptando a la forma del bizcocho.



En realidad no se aprecia mucho, pero en la parte alta del tiesto, justo debajo de las flores, había un rebaje, como habría en un tiesto real, en el que la tierra, que simulé pintando el fondant terracota con pintura marrón comestible, se veía a través de flores y hojas. Así también llevaba un puntito de profundidad que, al ver la tarta al natural, quedaba muy bonito.



Como sabéis l@s que alguna vez os habéis puesto a estas labores, la elaboración de la tarta llevó un buen número de horas, pero como siempre, el resultado es tan bonito, que cuando la acabas y se la entregas a su dueño, sientes que ha merecido la pena.

Hasta pronto.