Zuriñe
(me encantan los nombres vascos aunque no sepa qué significan, pero es que son
muy sonoros) cumplió ocho años la semana pasada. Es otra de esas niñas que casi
ves nacer y de pronto a los cuatro días viene su padre y te dice que es que ya
cumple 8 años. ¿¿???
Sí,
seguro que tod@s conocéis la sensación. A mi últimamente me pasa mucho, la
verdad. No sé si hacer tartas de cumpleaños es buena idea…. a veces te hace
sentir mayor. jejejje
Para
celebrar su cumple Zuriñe quería unos cupcakes para llevar al cole e invitar a
sus compañeritos y también una tarta para la celebración familiar. En esta
entrada veremos los cupcakes y más adelante os enseñaré la tarta (que por
cierto, ¡¡quedó de mona….!!).
Los
cupcakes quedaron muy vistosos y por lo que me han contado, también muy ricos.
Eran de vainilla (el bizcocho) y los teñí con distintos colores porque, al ser
para niños pequeños, me pareció que les harían gracia las magdalenas de
colores. Las de crema eran de buttercream de fresa, chocolate y vainilla y las
de fondant iban rellenas de crema de chocolate.
En
principio iba a hacerlas todas de florecillas etc, más “femeninas”, pero luego su padre me recordó,
muy acertadamente, que también había amiguitos “niños” así que hice unos
cuantos con detalles deportivos. Ah, al morado le añadí, después de hacer la
foto, el logotipo de las Monster High en fondant blanco y con su lacito en fucsia.
Seguro que sabéis de qué estoy hablando, pero por si no es así, os lo pongo
aquí.
A Zuriñe
le encantan las Monster High pero tuve que informarme de cómo era el logo y lo
hice casi in extremis, 30 minutos antes de que su padre se pasara a recoger los
cupcakes.
Hasta
pronto.
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