¿Qué hacer cuando vas a visitar a una
amiga y se te ocurre en el último momento que llevarle unas galletas caseras
sería un bonito detalle?
Porque eso fue lo que me pasó cuando fui
a ver a mi amiga Maria José. Había quedado con ella el sábado por la tarde y de
pronto, el viernes por la noche me puse a pensar “¿y si le hago unas galletitas?
Pero claro, hacer galletas no es algo
que se improvise de un momento para otro: hay que hacer la masa, la glasa,
delinear, ¡PENSAR EN EL DISEÑO!…. Lo más difícil algunas veces porque no me
decido por el cortante a utilizar y es que ¡son todos tan monos!
En fin, que no es cosa de 10 minutos así
que ahí estaba yo, dándole vueltas a la cabeza, hasta que no sé a cuento de qué
pensé en las galletas botón que había hecho ya en otra ocasión. Esas sí me
daría tiempo de hacerlas. Así que madrugué un poco el sábado y me puse al lío.
La receta super-sencilla, simplemente
hay que agregar los colorantes a la masa antes de hornearla por lo que te
evitas todo el proceso de la glasa.
La forma, puesto que no tenía el
cortante específico para botones, la hice con dos cortantes redondos de
diferentes tamaños y los agujeritos, con la parte de detrás de un palito de
brocheta.
Una cestita y un poquito de celofán
hicieron el resto y le dieron el toque “de regalo” que necesitaba.
Mas sencillo no puede ser.
Hasta pronto
Eva
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