Hace unos
días se nos fue de la oficina nuestro compañero y amigo Masaki. Después de casi
5 años con nosotros, y por política de empresa, se volvía a Japón.
¡¡Qué
penita!! Y es que ha sido un gran compañero.
Para
despedirle le regalamos, entre otras cosas, estas originales galletas en las
que cada uno de nosotros estamos “más o menos” representados.
Fue un
duro trabajo, pero mereció la pena.
En la
foto he borrado los nombres (un poco burdamente, tengo que decirlo) por aquello
de la privacidad J
Seguro
que, sobre todo sus niños, pasaron un buen rato “comiéndose” a los compañeritos
de papá.
Dewa Mata.
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