Merii acaba de cumplir 14 años y adora los caballos. Es una
gran amazona y participa en competiciones y todo. Me parece increíble lo que hace y tiene fotos preciosas a lomos de sus
caballos.
Yo, lo
más cerca que he estado de un caballo ha sido una vez que fui a hacer una ruta en
Navarredonda de Gredos con mis amigos Almudena y Roberto hace ya unos cuantos
años. Sólo el hecho de montar fue una pequeña aventura porque, para l@s que
nunca hayan visto un caballo de cerca, ¡no sabéis lo altos que son! Merii, ¿cómo haces tú para montar? Seguro que das un brinco y ya estás. ¡¡Qué envidia!!
¿Qué fue
de aquellas escaleritas tan monas que les ponían a las damas en el pasado para
que montaran de forma tan elegante?
La travesía la hicimos muy bien siempre que
íbamos por camino llano porque en cuanto había una pendiente el lomo del
caballo parecía un tobogán y el instinto te hacía apretar los pies contra su panza para sujetarte y no salir despedida al resbalar por su
lomo-cuello-cabeza.
¡¡Error!!!
Al clavar los pies así,
el caballo entendía que querías ir más deprisa y el tobogán se convertía en el
Gran-Khan, la montaña rusa de Port Aventura.
Ufff…. ¡un susto detrás de otro!
Ufff…. ¡un susto detrás de otro!
Pero bueno, tengo que decir que lo pasamos muy bien. La experiencia estuvo fenomenal, el paisaje era super-bonito y nos reímos un montón. Lo malo fueron las agujetas del día siguiente. ¿Te acuerdas Almu? Jejejejjej
A lo que
iba que me pongo a hablar de historias y parezco el abuelo Cebolleta, que Merii
cumplió 14 años y quería una tarta para celebrar la fiesta con su familia (publicaré
el post en breve), y unas galletas para sus amigos de clase.
Hicimos estos dos
tipos: los caballos porque son su debilidad y unas estrellitas con su edad que
quedaron super-chulas con ese fondo rosa, los lunarcitos blancos y un montón de
flores por todas partes. Tan femeninas y coquetas como ella.
Hasta
pronto.
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