Este
puente de mayo me ha cundido bastante en el aspecto culinario.
A parte
de la tarta para la “super boda” del miércoles de la que ya os hablé hace unos
días, hice unas tartaletas individuales de chocolate y crema de mantequilla de naranja
con decoración de Gerbera.
Muy rica
la combinación chocolate-naranja aunque solo comí un trocito de una porque como
ya he comentado alguna vez, mi intolerancia a la lactosa me prohíbe ciertos
placeres… mmm ¡qué lástima! El bizcocho de chocolate lo hice con la receta de
Isasaweis. ¡Gracias! ¡Qué rico sale y qué fácil es!!
Pero
claro, para compensar lo de las tartaletas me desquité haciendo magdalenas y
mini-magdalenas de limón, mis favoritas. No digo cuántas me salieron……
bueno sí, 12 grandes y 24 pequeñas… y quedan ya muy pocas. ¡¡Debería de darme
vergüenza!! Vaya manera de empezar la operación bikini.
Pero es que no sabéis lo ricas que están. Han quedado
super-esponjosas y cremositas. Las pequeñitas tienen un extra: un trocito de
chocolate que puse en el medio de cada una justo antes de hornearlas. La receta
que uso para estas magdalenas es la misma que para mi bizcocho de limón de
siempre, que ya he dicho en alguna ocasión que es mi favorito.
Receta:
1 vaso de yogur
2 de azúcar3 de harina
2 huevos
½ vaso de leche
½ vaso de aceite de girasol
½ sobre de levadura Royal.
Ralladura de limón
Batir todo y al horno 30min a 180 grados.
No puede ser más fácil.
Pero aquí
no acaba la cosa, no. También hice galletas para parar un tren, entre las que
están incluidas las del concurso, que las entregaré el sábado.
Tengo la
suerte de tener unos vecinos encantadores con niños aún más encantadores y uno
de ellos es Pablo. Siempre se ofrece voluntario a ayudarme a hacer galletas y este
finde le tocó: el sábado a ayudarme a hacer la masa (como buen pinche pesó
todos los ingredientes y cortó unas cuantas) y el domingo estuvo decorando las
que había hecho para él.
Carolina, mi hija, rompiendo su costumbre de echarse
siestas de 3 horas los fines de semana, se nos unió y ahí los tuve a los dos
entretenidos durante un par de horas decorando sus galletas.
La verdad
es que les quedaron muy chulas y no se puede pedir más a dos niños de casi 9 y
casi 3 años (él cumple en junio y ella en julio).
Fue una
tarde estupenda y divertida.
Hasta
pronto.
Galletas
de Pablo
Galletas
de Carolina
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