Ya no te
digo nada cuando hay que hacer figuritas o flores…
Y de las
galletas, ni hablamos. Para eso ya hay que armarse de toda la paciencia de la
que se disponga y pedirle alguna más a la vecina por si no nos llega la
nuestra.
Y
partiendo de esa premisa, ¿cómo se puede esperar que haga yo una tarta de bodas
de 43 raciones en una mañana? Hay que estar locos para intentarlo pero bueno,
yo le puse todas las ganas.
Primero hice la rosa y las flores pequeñas y las puse a secar, luego el bizcocho, la crema, forrar los bizcochos, hacer los lazos, pegarlo todo… Nunca había hecho una tarta de este tamaño y no os imagináis qué difícil es.
Pero
bueno, yo a lo mío, super concentrada y…… lo conseguí a tiempo. Incluso el resultado
fue mejor de lo que esperaba. Eso sí, casi me da un soponcio cuando la mejor
amiga de la novia, mi hija, va y me dice que no le “guta”… que prefiere un
Petit Suisse.
Hasta pronto.
Debo
aclarar que la novia se llama Kitty y el novio Osito. Los invitados había para
todos los gustos, una vaca, un cerdo, tres o cuatro osos más, una Nancy, un
diablillo, una Minnie, Mickey que fue el padrino....... una lista muy VIP.
jajjajaj. Pero bueno, aunque la boda fuera de "juguete", por fin pude
hacer una tarta nupcial.
¡Cuánto
tenemos que sufrir las madres con la vida social de nuestras princesas y sus
muñecas! ¡¡¡Es broma!!!! J
Hasta pronto.
Jajajajaja...Que bueno !!!
ResponderEliminar;)
Jejeje..... fue muy divertido, la verdad. Ya te tocará! :-)
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