Eso es lo
que más le gusta a Jesús. No los lee, los devora.
Cuando me
pidieron una tarta para su cumple no hubo muchas dudas en cuanto a la temática,
sólo había que pensar en el formato. La idea era hacerle una tarta con un
libro. ¿qué libro? Pues un best-seller, el último premio Planeta… pero luego
pensé que tal vez le haría más gracia si hiciera el libro que estaba leyendo en
ese momento.
Y ya
estaba yo diseñando mentalmente la tarta (el libro abierto con su marca
páginas, o mejor el libro cerrado para que se vea el título, o mejor….) cuando
me informaron de que ahora mismo no se estaba leyendo un libro. Se estaba
leyendo seis al mismo tiempo. Sí, habéis leído bien: SEIS.
Uffff….
¿seis? Pues nada, cogí mis diseños mentales, los mandé a la papelera de
reciclaje mental y me metí en la página web de una conocida librería para ver
las portadas de esos libros, todos de política, para que los de mi tarta fueran
lo más similares posible.
Ya os
imagino contando los libros de mi tarta… que sí, que solo hay cinco. Pero es
que uno de los de la lista no lo encontré por ninguna parte, así que como no
sabía cómo era preferí omitirlo antes de hacerlo mal.
Jesús
quedó encantado con sus cinco libros y por primera vez fue cierto lo de que los
libros no los lee, sino que los devora, bueno, en este caso él y todos sus
invitados.
Hasta
pronto.
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