12 de noviembre de 2012

La princesa y la rana


Pilar le quería dar una sorpresa a su chico en el día de su cumple y me pidió una tarta. Sólo puso una condición: tenía que aparecer un sapito en ella.


O sea, pensé, necesitamos un sapito…. Y los sapitos viven en charcas……. Pero tiene que ser una charca de calidad, con sus nenúfares y todo…

Y…. ¿un sapito solo? ¿Qué hace un sapito solitario en un charca llena de nenúfares y aburrido como un mono???



No, necesitábamos algo más que haga compañía al susodicho… ¿una mosca?? Uffff… no me gustan nada las moscas… son muy molestas….

¡¡Espera un segundo!! Sapito… beso…. Princesa…. Príncipe… eso es… necesitamos una princesa para el sapo. Y Pilar es muy princesa así que, eso va a ser. Un sapo y su princesa.



Solo nos falta saber si hubo besito y el sapo se convirtió en príncipe. Voy a preguntar y os lo cuento. J

Hasta pronto.

2 comentarios:

  1. Y? Qué te dijo Pilar? Se convirtió en príncipe?
    Jajaja

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  2. Al parecer el hechizo era fuerte y se resistió un poquito, así que fueron necesarios varios besos y unos treintaytantos tirones de orejas para conseguirlo.
    jejejejeje

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