Mirad qué platito de
croquetas os traigo hoy.
Ya sé lo que estaréis
pensando: “¿y por qué nos trae hoy unas croquetas y no una tarta?”.
Os lo cuento: a Carol
no le gusta nada el dulce, ya lo he comentado en alguna ocasión. De vez en
cuando toma alguna magdalena… y eso cuando le da el punto, pero ni las
galletas, ni los cupcakes, ni por supuesto las tartas. Se come el fondant como
mucho (¡¡que eso mira que es dulce!!,vaya contradicción) y ya.
Ella es feliz con algo
saladito. A veces mete los deditos en el cuenco de la sal para comerse unas
briznas, cosa que le tengo prohibida porque seguro que es malísimo para la
salud, y creo que sería feliz si le dejara comerse una pastilla de Avecrem.
¿Qué os parece? No me extraña que sea tan “salada”. Jejejeje
¿Y la engañé?. Por supuesto que no. Jejeje