Hace unos días los
abuelos de Carolina vinieron a visitarnos. Cuando hablo de los "abuelos de
Carolina" me estoy refiriendo a mis padres pero ya que el Jardín es de Carol,
digamos que en el blog todo es solamente de ella, incluidos los abuelos.
Para celebrar tal
ocasión hicimos un bizcochito de limón en un molde de cristal de Corning que me
regaló una de mis hermanas hace años. En realidad son tres moldes en tamaños
distintos. Me encantan porque su forma es ideal. El tamaño grande lo usé para
hacer la colina de la casa de Peppa Pig, no sé si os acordáis, y este mismo para
otra tarta que os enseñaré después de los minicupcakes que os había prometido
para esta semana, por cierto.
En esta ocasión salió
un bizcocho super cuco. Como os decía antes, era de limón e iba relleno de
buttercream de moras, hecho con moras naturales recolectadas por Carolina y por
mí a finales de otoño en los zarzales de la sierra de Madrid. ¡¡No sabéis qué
delicia!!
Esta vez, y como la
intención era que fuera un bizcocho de desayuno no lo cubrimos con fondant sino
con chocolate amarillo de sabor limón del que se utiliza habitualmente para los
cake pops. Para decorar, unas moritas naturales que tenía congeladas. Tengo que
decir que una vez descongeladas pierden un poco de dulzor pero siguen teniendo
un sabor muy rico.
Ah, en esta ocasión a
Carolina le sacamos la vajilla que le
regalaron cuando nació y que utilizamos solo en fechas super especiales. Está
pintada a mano y como veis está totalmente personalizada. Me encanta.
Hasta pronto.