¡¡¡Ya estamos de vuelta
de vacaciones!!!
Se ha pasado en un
plis, ¿eh? No quiero decir con ello que no me haya cundido el tiempo porque las
hemos exprimido bien y hemos hecho de todo un poco, pero es que no importa lo
que duren, una semana o un mes, siempre a la vuelta parece que se han pasado en
un abrir y cerrar de ojos. Seguro que también os pasa.
Nosotras hicimos una “pre-apertura” de nuestro super mes de vacaciones con una gran fiesta, como las celebrities: el cuarto cumpleaños de Carol. Eh, cuatro años…. Casi nada, eh?? Anda que no estaba ella feliz con sus ¡por fin! cuatro años. Siete meses llevaba esperando que llegara ese momento porque, las que tenéis niños lo sabéis, hay dos momentos clave en la vida de un niño: la Navidad y su cumpleaños. Así que una vez pasa Navidad empiezan a preguntar cuándo es su cumple y cuando pasa su cumple empiezan a preguntar cuándo es la Navidad. Y no es un preguntar hoy y dentro de dos meses otra vez, no. Es como el clásico “cuándo llegamos?”…. al final lo acabas oyendo hasta en sueños.
En fin, que me voy del
tema. El caso es que hicimos una fiesta con todas sus amigas… fue genial.
Estaban todas tan contentas de verse de nuevo que habías besos y abrazos
apretados cada dos por tres. Es que un porrón de niñas de 3-4 años es de lo más
bonito de ver porque son pequeñas marujillas con coletas, alegres y divertidas.
Además de las clásicas
chuches, regalamos a las niñas una bolsa con dos galletitas: una con la “foto” de
Carol y otra con un 4 y unos adornitos. Las galletas eran blancas aunque se vean amarillas..... es que estas fotos me han salido con un color un poco extraño jejjej
El vestidito era una
réplica del que llevaba ese día así como el peinado y la horquillita. Os lo
creáis o no, las del 4 las decoró ella casi en su totalidad, texturizó el 4, lo
cortó, lo pegó, hizo la flor…. Yo solo le extendí el fondant porque ella aún está
un poco floja para tirar de rodillo.
La galletita con su
foto me pareció tan mona, que de pronto me encontré haciendo lo que hacéis
todas cuando os hago galletas: dije “oh, no me la quiero comer”. Jajajajja
Así que lo que hice fue
irme a Ikea, comprar un marquito de los de fondo ancho y pegarla en una
cartulina con super glu para guardarla de recuerdo. El paspartú lo decoró Carol
con unos sellos que también son de Ikea. Quedó la mar de mono y ahí está,
colgado en su habitación.
En la próxima entrada
os cuento cómo fue la tarta de su segunda fiesta…. Sí, porque nosotras siempre
celebramos su cumple dos veces, en Madrid y en Ponferrada… como las celebrities
jejejejjeje
Hasta pronto.