Me encantan los dibujos de Pocoyó.
Cualquiera de sus personajes está genial. No me extraña que les guste tanto a
los peques.
Y para hacer una tarta da un montón de
juego porque puedes meter tantos personajes como necesites según el tamaño del
pastel y montar la escena que necesites y siempre quedará muy bonita.
En esta ocasión se trataba del segundo
cumpleaños de Noa así que la escena fue una fiestecita de cumpleaños.
En principio el tamaño de la tarta iba a
ser mayor y se iban a incluir algunos personajes más, pero por un tema familiar
la fiesta se hizo solo para la familia más cercana y por tanto la tarta fue más
pequeñita por lo que solo había sitio para un par de personajes y otros elementos
extra.
Aún así quedó tan mona!!! Es que ese
Pocoyó, con esa sonrisa que tiene, casi solo con mirarlo te alegra el día.
Hasta pronto.